¿Cuántas veces nos hemos preguntado porqué mi negocio no crece lo que yo quisiera? si tengo un gran producto o servicio, si considero que tengo la “idea ganadora” que debería apoyar mi crecimiento, mayor utilidad y rendimiento. La respuesta en muchos casos se reduce a un concepto básico: La institucionalización.
Para las PyMEs puede sonar como algo muy complicado. Sin embargo la realidad es otra; sólo basta con tener un punto de partida claro de lo que se tiene que hacer para definir a dónde quiero llegar. Para eso hablaremos de las 8 premisas fundamentales que nos ayudarán, independientemente de cuál sea el tamaño de mi empresa, a ser sostenibles en el tiempo.
Premisas fundamentales:
Entendimiento de expectativas de los accionistas: Suena simple, pero se vuelve la base sobre la que se tiene que sostener todo lo que se haga en la empresa. Definir las metas y los objetivos es fundamental.
Tener una estructura de toma de decisiones de alto nivel y transparente: Tratar de que la operación no nos absorba de tal manera que seamos incapaces de generar nuevas ideas. Y esto no requiere mas que de dedicarle tiempo. Y al hablar de transparencia hablamos de que una vez que se definan los objetivos se comuniquen de manera efectiva a toda la organización.
Confianza en los diferentes niveles de la administración: Hay una máxima que dicta que el empresario “lo sabe todo y lo puede todo”. ¿Qué queremos decir con esto? Pues que el empresario siente que si no es él o ella la persona que atiende los principales problemas del negocio, nadie lo va a poder hacer. Debemos confiar más en los niveles que tengamos en la organización para ampliar el ámbito de acción.
Segregación de funciones: Tenemos que definir claramente cuáles son las tareas que debe realizar cada persona, y evitar el concentrar muchas responsabilidades o tareas en poco personal. Pero sobre todo buscar tener a la persona adecuada en el puesto indicado.
Contribución y generación de valor: Implica saber escuchar a todos en la organización. El secreto está en saber canalizar todas las ideas y aportaciones de cada uno en generación de valor.
Administración de riesgos: Que en todos los niveles sepan qué pasaría si ellos cometen errores y cuál sería el impacto al negocio. Poco a poco esta administración irá madurando, pero es indispensable saber donde están las principales amenazas a los objetivos.
Adecuada nominación de puestos relevantes y en su caso, de consejeros: Hay que hacer un análisis de las personas con las que contamos, para que sepamos sus capacidades y hasta dónde pueden aportar a la empresa. Y si fuera el caso de contar con algún consejo consultivo, como el que aporta BTC, que los consejeros sean los adecuados a lo que se quiere lograr.
Información suficiente y oportuna: Se trata de contar con información que verdaderamente ayude en el control y en la toma decisiones, se trata de que la información que queremos obtener realmente ayude para tomar decisiones y que se realice dentro del tiempo que se necesita.
Como podemos ver, aunque podría parecer complicado, si se tienen los puntos anteriores, se pueden sentar las bases del crecimiento. En BTC contamos con expertos que pueden apoyarlos en todo lo anterior, y proveer una guía para saber cómo empezar. Solo basta con tomar la decisión. No es misión imposible, solo requiere la voluntad y el compromiso para lograrlo.
En BTC también apoyamos a definir el Consejo Consultivo que se necesita y convertir esta práctica en un método de trabajo sencillo, ágil, poderoso y permanente. Contáctanos pronto para que te ayudemos a definir un rumbo claro y a hacer que las cosas sucedan.
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¡Gracias por leernos y compartir!
Muy interesante! Saludos