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Desde el inicio de la humanidad, tomar decisiones ha sido nuestra actividad más importante. Cada elección que hacemos moldea nuestro destino y el de quienes nos rodean. Pero ¿cómo decides tú? ¿Eres rápido, estratégico, intuitivo… o prefieres evitar riesgos?

Cada líder tiene su propio estilo. Tu formación, experiencia y personalidad influyen en la forma en que tomas decisiones, ya sea en momentos de calma o bajo presión. Y aunque cada enfoque tiene su valor, el éxito radica en saber adaptarse al contexto.

Descubre tu estilo:

1. ESTRATÉGICO: Se basan en datos y lógica.

Si eres un tomador de decisiones estratégico, basas tus elecciones en datos, análisis y planificación. Evalúas cifras, escenarios y posibles consecuencias antes de actuar. No tomas decisiones impulsivas, sino que buscas minimizar riesgos y maximizar beneficios a largo plazo. Eres metódico y siempre tienes un plan B en caso de que algo no salga como esperabas.

Fortalezas: Precisión, claridad en la visión, minimización de riesgos.

Riesgos: Parálisis por análisis, dificultad para adaptarse a cambios imprevistos.

¿Cuándo es útil? Cuando se toman decisiones de alto impacto, como expansión de negocios, inversiones o cambios estratégicos en la empresa.

2. INTUITIVO: Confían en su instinto y experiencias pasadas.

No siempre necesitas datos duros porque identificas patrones y señales que otros pueden pasar por alto. Tomas decisiones rápidas, basadas en tu conocimiento del negocio y en la sensación de qué es lo correcto. Para ti, la intuición no es azar, sino la síntesis de años de experiencia aplicada al momento presente.

Fortalezas: Agilidad, creatividad, capacidad para identificar oportunidades.

Riesgos: Posibles sesgos cognitivos, riesgo de pasar por alto información clave.

¿Cuándo es útil? En entornos inciertos donde no hay datos completos o cuando la experiencia previa te da una ventaja en la toma de decisiones.

3. AVENTADO: Sin mucha deliberación, buscan resultados inmediatos.

Eres audaz, decidido y no temes tomar riesgos. Prefieres actuar antes que esperar y confías en tu capacidad de adaptación. Para ti, las oportunidades no esperan y es mejor equivocarse rápido que perder tiempo en la indecisión. Tomas decisiones sin miedo a la incertidumbre y con la confianza de que podrás corregir el rumbo si es necesario.

Fortalezas: Rapidez, valentía, acción inmediata.

Riesgos: Posibles errores por falta de análisis, desgaste del equipo si las decisiones cambian constantemente.

¿Cuándo es útil? En momentos donde la velocidad es clave, como crisis empresariales, negociaciones o lanzamientos de productos en mercados cambiantes.

4. CONSULTIVO: Valoran diferentes perspectivas.

Valoras el conocimiento de expertos, las opiniones de tu equipo y la información del mercado para asegurarte de tomar la mejor decisión posible. Prefieres la colaboración y la alineación antes que la improvisación.

Fortalezas: Decisiones bien fundamentadas, alineación del equipo, reducción de errores.

Riesgos: Posibles retrasos en la toma de decisiones, riesgo de depender demasiado de la opinión de otros.

¿Cuándo es útil? En decisiones estratégicas de largo plazo, cambios organizacionales o cuando es necesario construir consenso dentro del equipo.

5. DUDOSO: Posponen las decisiones, perdiendo oportunidades.

Pospones decisiones porque temes equivocarte o porque esperas tener toda la información antes de actuar. Prefieres la certeza absoluta antes de comprometerte con una acción. Aunque buscas minimizar el riesgo, en muchas ocasiones la indecisión termina siendo más perjudicial que el error.

Fortalezas: Prudencia, precaución, evita decisiones apresuradas.

Riesgos: Pérdida de oportunidades, impacto negativo en la empresa por falta de dirección clara.

¿Cuándo es útil? En situaciones de alto riesgo donde una mala decisión podría generar consecuencias irreversibles.

Lo interesante es que no eres solo uno. Dependiendo del momento, el entorno y la presión, puedes moverte entre estos estilos.

Según el contexto, puedes moverte entre estos estilos. Lo importante es identificar tu tendencia natural y desarrollar la capacidad de adaptarte para mejorar tu liderazgo y los resultados de tu empresa.

¿Quieres mejorar tu capacidad de decisión? Esto marcará la diferencia en tu liderazgo y los resultados de tu empresa.

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Escrito por Jaime Poblete en colaboración con BTC – Consejos Consultivos Empresariales. Para mayor información www.expertbtc.com o expertos@expertbtc.com.

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